Leyo para BMW M

Leyo Motorsport presenta las levas de cambio en aluminio para los BMW M. Las levas de cambio son una constante en los deportivos desde hace años. Rapidez de ejecución, control sobre el cambio de marchas y seguridad -no es preciso quitar la mano del volante para cambiar de marcha- son algunas de las ventajas de los cambios automáticos o semiautomáticos con levas en el volante.

Los BMW M no son una excepción, de hecho, fue una de las primeras marcas en proponer en un coche de calle este sistema (BMW M3 tipo E46 con cambio SMG). En los BMW M más recientes, las levas son solidarias del volante y de unas dimensiones correctas. Funcionan como cualquier otro cambio con levas. De hecho, casi todos los sistemas han replicado la solución ideada por John Barnard para Ferrari en la temporada 1989 de Formula1. Basta con tirar de una leva detrás del volante a la derecha para subir una marcha o de tirar de la leva izquierda para bajar una marcha. Sin embargo, para un piloto más experimentado -o simplemente por una cuestión de seguridad- que las levas sean solidarias del volante no es la solución ideal en tramos muy revirados o en circuitos ratoneros.

 

De tanto girar el volante y concentrados en la trayectoria -el coche va hacia donde miramos-, se corre el riesgo de querer una subir una marcha y tras buscar donde está la leva, al accionar la que tenemos bajo la mano derecha acabemos reduciendo. O vice versa.

Por eso, la mayoría de superdeportivos, como Ferrari o Lamborghini, las levas del cambio no son solidarias del volante. La leva que está a la derecha, siempre será la de subir una marcha, y la de la izquierda, para bajar una marcha.

Con las levas de Leyo Motorsport, realizadas en aluminio y que sustituyen a las levas originales BMW M (no son una extensión), evitaremos esa situación al mismo tiempo que cambiaremos radicalmente el aspecto del interior de nuestro coche. Las levas de Leyo Motorsport son mucho más grandes que las de BMW M por lo que cuando tengamos el volante girado e independientemente de donde esté nuestra mano sobre el aro no será necesario buscar la leva, bastará con alargar los dedos para encontrarnos con la leva y bajar o subir de marcha.

 

Texto: Daniel Murias